Lidia Lorenzo García
El pasado viernes 28 de Septiembre, algunos alumnos de la clase de cultura científica asistimos a “La noche europea de los investigadores” en Avilés. Esto era un evento donde había diferentes puestos donde te enseñaban varios aspectos de la ciencia.
En uno de los puestos a los que fuimos había diferentes fotos de la flora y fauna asturiana. Cada ser vivo tenía dos fotos, con las cuales teníamos que hacer parejas. Cada vez que levantábamos una tarjeta, el investigador nos hablaba sobre lo que habíamos encontrado y sus característica.
Otro de los puestos a los que acudimos se hacían cálculos estadísticos. En una de las pruebas que se realizaban había una caja con tres puertas y solo en una había una moneda. En la primera oportunidad de adivinar cúal era la puerta correcta, el señor te decía dónde no era donde estaba y te daba la oportunidad de cambiar de puerta. Al acabar el experimento añadía una bola a un vaso. Había diferentes vasos: no cambió y ganó, no cambió y perdió, etc…
El puesto que más me llamó la atención fue una mesa en la que había todo tipo de huesos humanos y de otros animales. También había una figura del cuerpo humano en la que se sacan y se meten los órganos para saber su posición. Entre los huesos había un fémur, húmero, rótula, radio, omoplato, y todos eran huesos que habían pertenecido a personas. Nos explicaron cómo diferenciar si el hueso es del lado derecho o izquierdo, por ejemplo en la rótula. A parte de huesos de personas, encontramos un esqueleto de serpiente y una muela de elefante. Cuando nos acabaron de explicar lo que había sobre la mesa, nos invitaron a jugar a un juego en el que estuvimos divididos en dos equipos. Las preguntas eran sobre el cuerpo humano o sobre otros animales. Por ejemplo: ¿por dónde pasa la comida que ingerimos? Al finalizar nos dieron una chapa a cada uno de nosotros.
Este evento me pareció muy interesante para saber un poco más de todo el ámbito de la ciencia, tanto de la anatomía del cuerpo humano como de la naturaleza asturiana.